La fibromialgia es una enfermedad crónica que causa dolores especialmente en el sistema musculo-esquelético. Las personas con fibromialgia tienen dolor y sensibilidad en todo el cuerpo. Suele acompañarse de fatiga crónica y otros síntomas como dificultad para dormir, rigidez matutina, dolores de cabeza, alteraciones del sueño, ansiedad y depresión, periodos menstruales dolorosos, sensación de hormigueo o adormecimiento en las manos y los pies, falta de memoria o dificultad para concentrarse (fibroneblina).
Es un trastorno que afecta más a las mujeres y se cree que puede deberse a factores hormonales. Aunque también son susceptibles de padecerla hombre y niños, es más habitual que aparezca a edades avanzadas.
Las causas de la fibromialgia son desconocidas, aunque se relacionan con trastornos en las moléculas que se encargan de la transmisión del estímulo nervioso. Existen varios factores que pueden estar relacionados con este trastorno:
- Factores genéticos.
- Acontecimientos estresantes o traumáticos como accidentes de tráfico, cirugías, traumatismos,…
- Lesiones recurrentes.
- Malestares o dolencias.
- Ciertas enfermedades.
Estos son factores que pueden dar lugar a su aparición pero para que la enfermedad se de es necesaria una predisposición genética. La fibromialgia también puede ocurrir por sí sola.
La fibromialgia puede ser difícil de tratar. Es importante que consiga a un médico que está familiarizado con este trastorno y su tratamiento. Muchos médicos de cabecera, internistas generales o reumatólogos pueden tratar la fibromialgia. Los reumatólogos son médicos que se especializan en la artritis y otras condiciones que afectan las articulaciones o tejidos blandos.
El tratamiento para la fibromialgia a veces requiere que sea multidisciplinar:
- Farmacología. Ansiolíticos, antidepresivos, relajantes musculares, inyección de corticoides en los puntos gatillo, anti-inflamatorios,…
- Fisioterapia y ejercicio físico. La Fisioterapia es primordial. El ejercicio físico ajustado al paciente es necesario para obtener mejorías.
- Tratamiento psicológico.
La fisioterapia es uno fundamental en el tratamiento de esta afección. Son varias las técnicas que se pueden utilizar:
- Maso-terapia. Masaje del tejido conjuntivo, drenaje linfático y auto-masaje (se enseña al paciente cómo realizarlo)
- Consiste en la aplicación de un laser puntual e Infrarrojos que aumenta la microcirculación en zona afecta, libera endorfinas y aumenta la temperatura corporal con efectos analgésicos y de relajación muscular.
- Osteopatía y Terapia Manual. Presión isquémica en puntos gatillo, tratamiento miofascial, terapia craneosacral,…
- Técnicas fisioterápicas de relajación.
- …
El fisioterapeuta se encargará de realizar un estudio al paciente y aplicará un protocolo adaptado a sus necesidades.
Siendo una enfermedad que actualmente no tiene cura, lo recomendable es acudir a buenos profesionales y realizar una combinación de los tres tratamientos más importantes (farmacológica, fisioterapia y psicología) para que mejore la calidad de vida de las personas que padecen la enfermedad.