Comenzaremos definiendo la postura como la posición que adoptan los diferentes segmentos corporales en el espacio y la relación que adoptan entre sí. Si la relación es adecuada nuestra postura será correcta y favorable, si no es así, existen algunos consejos que nos puede ayudar.
Nuestra postura depende en gran medida de la tonificación de los músculos posturales, de la tensión de los ligamentos, del apoyo de los pies y del oído que colabora en el equilibrio.
Los músculos posturales son los que nos permiten vencer la gravedad y mantener una postura erguida. Una postura correcta conlleva la alineación simétrica y proporcional de los segmentos corporales alrededor del eje de la gravedad. La postura ideal de una persona es la que mantiene las curvas fisiológicas de la columna vertebral, y se consigue manteniendo la cabeza erguida en posición de equilibrio, sin torcer el tronco, la pelvis en posición neutral y las extremidades inferiores alineadas de forma que el peso del cuerpo se reparta de forma adecuada.
Para mantener una buena postura y evitar dolores y molestias, es necesario que todos los músculos se encuentren fortalecidos de manera que nos permitan movilizarnos correctamente y mantener un equilibrio mecánico.
Entre los principales músculos que intervienen en la postura se encuentran el trapecio, los extensores dorsales, el recto abdominal, el oblicuo interno y el oblicuo externo.
Para mantener una buena postura debemos estar atentos a una serie de cuestiones:
– Muchas horas las pasamos trabajando. En los trabajos actuales estamos muchas horas sentados frente al ordenador o detrás de un escritorio lo que propicia el desarrollo de dolores de espalda, cuello y columna. Mantener una postura correcta es salud.
– Evitar llevar una vida sedentaria. Para mantener una postura adecuada es necesario desarrollar la musculatura. Realizar ejercicio adaptado a nuestras necesidades es una buena opción.
– Fortalecer la musculatura mediante ejercicios localizados en abdominales, glúteos y hombros. Son las áreas de nuestro cuerpo que menos suelen ejercitarse. También son de gran utilidad aquellos ejercicios que involucran grandes grupos musculares, ya que fortalecen múltiples partes del cuerpo y favorecen así, una buena postura.
– Cuidar el peso nos ayuda a prevenir problemas posturales. Debemos controlar nuestro peso y mantener una buena alimentación.
Si no mantenemos una postura correcta que nos sirva de sostén y equilibrio, nuestro cuerpo puede sufrir alteraciones y desequilibrios. Los problemas posturales más comunes son:
-Pérdida de la Lordosis Cervical, es la rectificación de la curva del cuello.
-Escoliosis, es la Desviación lateral de la columna.
-Hipercifosis o Joroba.
-Hiperlordosis lumbar, excesiva curvatura en la cintura.
– Pérdida de la Lordosis Lumbar, es la rectificación de la curva en la espalda baja.
Estos problemas se traducen en dolores de cuello, espalda, contracturas musculares, limitación de movimiento del cuello o espalda, adormecimientos y hormigueos en brazos y piernas, aparición de hernias discales, artrosis, etc.
¡Pon atención a la postura que adoptas, tu espalda te lo agradecerá!