Electroterapia (IR, ultrasonidos y tens)
Infrarrojos
Los infrarrojos forman parte del espectro lumínico que irradiado por el Sol recibimos cada día, son los responsables esenciales de la sensación de calor que percibimos al exponernos a la luz solar.
El grado de penetración en el cuerpo es de apenas milímetros, aumenta la temperatura local y es capaz de producir un aumento del riego sanguíneo en la zona de irradiación que perdura varios minutos tras el tratamiento.
En fisioterapia además de considerarse un eficaz medio terapéutico en si mismo, se utiliza como una preparación para la aplicación de otros medios terapéuticos como el masaje o las técnicas de electroterapia, la aplicación de ultravioletas o previo a los estiramientos o ejercicios de potenciación muscular, obteniéndose un precalentamiento de la zona a tratar o ejercitar, facilitando el proceso de rehabilitación.
Como todas las aplicaciones que usamos en fisioterapia el calor seco obtiene resultados en diversas patologías, especialmente en dolencias reumáticas crónicas, y también resulta útil como medio para disminuir el dolor localizado, asimismo en patologías que cursan generando contracturas musculares tales como lumbalgias, dorsalgias y cervicalgias.
Ultrasonidos
El ultrasonido es un equipo que transfiere ondas mecánicas de mayor frecuencia que las del sonido, a través de un medio físico (gel), que permite que pueda propagarse y transmitir energía (calor profundo) gracias a la vibración que producen dichas ondas.
Con la vibración, se produce un movimiento celular que mejora la cicatrización, así como también, un aumento de la temperatura en la zona en donde es aplicado.
El acción terapéutica de los ultrasonidos es compleja y está determinada por diferentes efectos, que se entremezclan.
– Efecto térmico: la energía de los ultrasonidos absorbida por los tejidos atravesados por el haz termina transformándose en calor y a aumentando la temperatura de la zona tratada. Las moléculas de los tejidos se someten a vibraciones de elevada frecuencia y, a consecuencia del rozamiento, la energía mecánica adquirida por las moléculas acaba transformándose en calor.
– Efecto mecánico: por la vibración que producen en el tejido.
– Efecto químico: aumentan la capacidad del tejido para la difusión de sustancias. Los ultrasonidos hacen penetrar agua en coloides y pueden transformar geles en soles.
Las consecuencias beneficiosas que producen sobre el tejido es una vasodilatación de la zona con hiperemia y aumento del flujo sanguíneo, incremento del metabolismo local, incremento de la flexibilidad de los tejidos ricos en colágeno, con disminución de la rigidez articular y de la contractura y
efecto antiálgico y espasmolítico.
Tens
El TENS o la estimulación eléctrica transcutánea nerviosa es una forma de electroterapia de baja frecuencia que permite estimular las fibras nerviosas gruesas A – alfa mielínicas de conducción rápida. Desencadena a nivel central la puesta en marcha de los sistemas analgésicos descendentes de carácter inhibitorio. Se utiliza principalmente para disminuir el dolor.
Las principales indicaciones del TENS son, dolor musculoesquelético crónico, lesiones nerviosas periféricas crónicas, dolor fantasma, artritis, dolor por cáncer, neuralgia postherpética y neuromas. Se han descrito además una variedad de efectos no relacionados con el alivio del dolor tales como mejoría de la función somatosensorial, habilidades visuoespaciales, control postural, mejoría de la memoria, la conducta afectiva y la aceleración del despertar en estados comatosos.