Las articulaciones facetarias pueden
inflamarse como consecuencia de una lesión o artritis y provocar dolor y
rigidez.
El síndrome facetario o artrosis facetaria consiste en la degeneración del cartílago que separa la articulación “facetaria”. La articulación o articulaciones facetarias son las conexiones entre las vértebras en la columna. Como cualquier otra articulación del cuerpo, permiten los movimientos de la columna de inclinarse o retorcerse.
Los huesos sufren cambios degenerativos
debido a la artrosis o desgaste de estas superficies articulares. Por ello, los
huesos se deslizan unos sobre otros con fricción y limitaciones.
La fricción y limitaciones son
consecuencia de la degradación excesiva de los cartílagos articulares que
causan la irritación de las mismas. A esto es a lo que llamamos síndrome
facetario. Cuando esto sucede, generalmente provocan dolor en la zona afectada.

El dolor que presenta esta afección es un
dolor que está ubicado en la parte lumbar de la columna vertebral y puede
irradiarse hacia las nalgas, ingle y la parte posterior del muslo. Es un dolor que
suele agravarse estando de pie durante largos periodos de tiempo y con los
movimientos de hiperextensión, inclinación y rotación contralateral.
Sin embargo, el dolor mejora cuando se
está acostado y cuando se realiza el movimiento de inclinación hacia delante.
Para su diagnóstico es necesario tener en cuenta los síntomas que presenta. Por lo general el diagnóstico suele ser a través de una radiografía, tomografía o resonancia magnética. No existe otro tipo de pruebas específicas.
Su tratamiento puede ser conservador o
invasivo.
El tratamiento conservador consiste en
diferentes técnicas como:
- Láser. Es una técnica que
produce un efecto analgésico debido a la liberación de ciertas sustancias que
inhiben el dolor y disminuyen la inflamación que pueda estar generando el dolor
a nivel de la articulación facetaria. - Reposicionamiento de las
articulaciones a través de movilizaciones de la columna y otras técnicas
manuales, que disminuye la fricción entre los tejidos y el dolor. - Ejercicios de fisioterapia de
flexibilización y fortalecimiento muscular.
El tratamiento invasivo es una terapia
basada en la infiltración de anestésicos y cortisona en el nivel de las
articulaciones. Solo está indicada en casos muy concretos.